
Podemos decir, metafóricamente, que los escolapios recibieron una niña desaliñada y la devuelven, con el trabajo duro y desinteresado de todo el claustro, hecha toda una mujer de 16 años, bien plantá, generosa, que ha demostrado ser capaz de transformar a mejor todo lo que se le ha ido encomendando. Visionar este vídeo: https://youtu.be/CnzzeUJqsls
“Nos entregaron un colegio viejo y “dejado” con el alumnado
en desbandada y con peligro de perder unidades concertadas y les devolvemos un
colegio lleno de vida, de ilusión, tremendamente creativo y referente para la
educación en Córdoba en el uso de las “nuevas tecnologías” y en la aplicación
de “nuevas metodologías”, en “innovación
educativa”, con 700 alumnos y las dos líneas concertadas, totalmente
consolidadas desde 3 años hasta 4º de ESO”, nos han dicho y escrito, estos días
personas que sienten al Colegio como suyo.
Nuestra fuerza, ciertamente no ha estado en la
infraestructura; ha estado en nuestra gente; vosotros sois de los nuestros. Pues,
sí, gracias a los niños que hemos tenido, sus familias, el Claustro de Profesores, el personal del PAS, que animados por los distintos escolapios que
por aquí han pasado, hemos sabido crear una auténtica comunidad Educativa que
ahora se siente realizada aunque un poco triste porque los escolapios dejan
Córdoba.
Los escolapios decimos a todos los miembros de esa Comunidad
Educativa: ánimo, adelante, todos formamos parte de la misma Iglesia, que tiene
distintas sensibilidades en unos y otros, pero que en todas partes anuncia a Jesucristo
y los valores de su Reino, intentando
transformar el mundo, siempre, a mejor. Somos conscientes de que en Córdoba quedan
muchos escolapios laicos que en sus corazones seguirán diciendo “Yo soy
escolapio”.
Hay una cita en el evangelio que dice que “siervos inútiles
somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer” Pues sí, hace 16 años se nos
encomendó una misión, y por la grandeza de la tarea encomendada comprometimos a unos y
a otros sin mirar demasiado la letra pequeña del contrato. Hemos servido al
Colegio como si fuera nuestro; no hemos necesitado distraernos en la compra de
terrenos para hacer uno propio a lo largo de estos 16 años; nos entregamos con
ilusión y nos deshicimos en el trabajo,
y ahora recibimos miles de muestras de simpatía y gratitud.
Ahora, esta misión acabará el 25 de agosto de 2015, para que
se cumplan bien los 16 años, y
la novia vaya de largo “a la boda”. La entregamos generosamente a la Fundación diocesana “Santos Mártires”
porque esa es la voluntad del padre de la novia; la diócesis, a través del Patronato, se ha enamorado de ella y no tenemos la menor
duda de que la dote de boda del novio y del padre de la novia será cuantiosa,
por ejemplo, con la puesta al día de la Infraestructura del Colegio: suelos,
ventanas, calefacción, asunción de la casa contigua para comedor y aulario del
Colegio. Como toda pretendida, nuestro Colegio, necesita, también, su espacio
personal para crecer, para crear, para ser competitivo, para innovar, para
abrirse a la sociedad, para tener reclamo y aceptación social, para tener su propia
personalidad, para no desaparecer subsumido en la personalidad del padre ni del
pretendiente.
Ojalá que esa dote mutua (casi un hat trick) pueda contribuir
a que el Colegio de la Inmaculada-Escolapios siga creciendo, ya sin religiosos
escolapios, pero sí con la esencia de las Escuelas Pías en su nombre “Reales
Escuelas Pías de la Inmaculada”, popularmente “Escolapios Córdoba”, y en los
corazones de los actuales miembros de su Comunidad educativa.
José de Calasanz, ese que ha sabido poner ilusión en nuestras vidas, escribió, como Job de la Ley de Gracia: "El Señor nos lo dio, el Señor nos lo quitó. Bendito sea el nombre del Señor". Que esta decisión sirva “ad maius pietatis incrementum” (AMPI)
José de Calasanz, ese que ha sabido poner ilusión en nuestras vidas, escribió, como Job de la Ley de Gracia: "El Señor nos lo dio, el Señor nos lo quitó. Bendito sea el nombre del Señor". Que esta decisión sirva “ad maius pietatis incrementum” (AMPI)
Así que otra vez, estamos disponibles,
abiertos a la magia y a la aventura.
Amigos, “una vez
escolapios, siempre escolapios”.
Un abrazo.
Bye, bye, adieu, agur,
adió, adiós.
Crispín Megino Rillo.
618 74 29 69 crispin.megino@gmail.com
618 74 29 69 crispin.megino@gmail.com
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